Aprovecha el tiempo del confinamiento - Eki - asesoría
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aprovecha confinamiento

Aprovecha el tiempo del confinamiento

Aprovechar el tiempo de confinamiento.

El tiempo de confinamiento está resultado ser como una caja de resonancia de nuestro estado emocional. En mi opinión, lo que estamos viviendo como lo más angustioso, los miedos que estamos viviendo son los que ya tenemos incrustados en nuestro interior. Solo que en el día a día, con el trajín diario, con los planes del fin de semana, con las reuniones familiares y con amigos, con los compromisos… estas emociones quedan relegadas a un segundo plano. Nos envolvemos en las complicaciones y obligaciones diarias que vamos solventando y no nos paramos a resolver nuestra vida, en general. No tenemos tiempo para preguntarnos si esta es la vida que quiero llevar, si este es el trabajo que quiero tener o ésta es la pareja con la que quiero vivir. 

Ver la realidad sin distracciones.

Y ahora, en esta paralización de todo, en este tiempo de confinamiento, nos queda la vida real que tenemos, sin sordina ni veladuras. Ahora se ve claramente qué es lo que hay en realidad. Ahora tenemos delante, sin adornos, la vida que llevamos. Ya no podemos escapar de verla claramente porque tenemos la hora del gimnasio o se nos escapa el tren de las cinco y hay que correr.

Ahora tenemos que enfrentarnos sin anestesia a la realidad. Esto es lo que nos está trayendo el confinamiento: la vida real, desencarnada, sin adornos, tal cual es.

Por supuesto, podemos adormecernos viendo series, escuchando las noticias, leyendo las obras completas de Blasco Ibáñez, pero no da para todo el día. La realidad nos va a alcanzar. Y entonces, tal vez, tengamos el valor para enfrentarnos a ella y darle una respuesta.

Pero tal vez cuando caiga todo el polvo al suelo y veamos lo que hay detrás, como si fuera una bola de cristal con nieve dentro, que cuando reposa las bolitas de nieve se caen al suelo y podemos ver claramente el contenido de la bola podemos aceptar el regalo que supone esta posibilidad única de parar literalmente el tren que es nuestra vida y tener la oportunidad de decidir si seguimos en la misma vía o tenemos el valor de apretar el guardaagujas y cambiar la dirección, pasar de largo alguna estación y encaminarnos a otro destino, al que realmente queremos ir.

La clave es el autoconocimiento.

Pero ya está bien de tanta metáfora. Lo que proponemos es aprovechar esta parada obligatoria para autoobservarnos. ¿Cómo me siento día a día? ¿Qué hago habitualmente cuando no tengo “nada” que hacer? ¿Qué me enfada? ¿Qué me pone triste? ¿Qué me hace sufrir o me da miedo?

Este tiempo de regalo actúa como una caja de resonancia de las emociones que normalmente tenemos pero que no vemos porque no tenemos tiempo para escucharnos. Así que podemos aprovechar para reconocer qué me está aportando este tiempo y qué sentimientos me provoca.

Reconocerlo, ponerle nombre, hablar de ello… puede ser un gran momento de aprendizaje y de darnos cuenta de dónde estamos y hacia dónde queremos ir en realidad. 

Y poner los medios para ello, desde aquí y ahora, en este instante. Aprovechando que tenemos, en realidad, todo el tiempo del mundo para generar el cambio que queremos.

O disfrutar de que la vida que tienes es la que realmente quieres tener y … ni te habías dado cuenta de ello hasta ahora.

Tuya es la decisión de mirarte y de decidir qué hacer con lo que has descubierto.

Photo by Ahmadreza Rezaie on Unsplash



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