14 Mar Cómo tomar una decisión
Un nuevo cliente que tiene que tomar una decisión
Lo bueno de que Eki sea online es que ya estamos preparados para sesiones virtuales ya que es nuestra forma de trabajar habitual. La publicación de esta semana es sobre la manera de conseguir un objetivo. Para hablar de ello os presento a Alberto. Se ha puesto en contacto conmigo porque necesita ayuda para tomar una decisión respecto a una oferta de empleo que se le ha presentado. Es todo un dilema: por un lado tiene un buen trabajo, en una buena empresa, tiene un buen cargo y sueldo apropiado. Su familia está asentándose en esta ciudad aunque no sea la suya y en grandes rasgos está bien. Pero…le han ofrecido un puesto con un nuevo proyecto que le apasiona, poner en marcha todo el marketing digital de una empresa en crecimiento, implica trasladarse a una ciudad que le encanta, aunque el sueldo sea menor pero con posibilidades de aumentar, en definitiva, todo un reto. Tiene que tomar una decisión ya,
Una cita
Me pregunta si puedo ayudarle, ¡por supuesto, me encantaría!. Así que quedamos para la primera sesión en una hora que nos viene bien a los dos. Como es un tema fuera de su trabajo, me adapto a su horario para que la sesión sea a última hora de la tarde, la verdad es que a mi también me viene mejor…
Primera sesión
Bien, me cuenta su dilema y yo le cuento qué le ofrezco: un proceso de acompañamiento (vale, sí, llamémosle coaching…) en el que llegaremos a conseguir su objetivo, que es tomar su decisión y bucearemos por sus valores y creencias para que su decisión esté alineada con su manera de pensar más íntima. Y para ello estableceremos un plan de acción. Le propongo “reunirnos” (virtualmente) una vez por semana para ir viendo los avances hasta llegar a conseguir el objetivo final. Cuadramos calendario, precios, y todo queda perfecto para empezar.
Los tres puntos fundamentales del coaching
El acompañamiento-coaching tiene tres puntos fundamentales:
– el Objetivo: lo que se quiere lograr.
– los Valores: los principios básicos en que se basa cada persona. Cada uno tenemos los nuestros y no son intercambiables ni elegibles. Nos los hemos incorporado de forma inconsciente y así están mientras que no los saquemos a la luz pero manejan nuestra vida ya que actuamos en función de ellos. Es maravilloso descubrir nuestros valores porque son una palanca increíble para ayudarnos a conseguir lo que deseamos.
– las Creencias: son las leyes por las que funciona nuestro mundo, cada personas tenemos las nuestras. A veces son potenciadoras si son positivas pero pueden ser limitantes si son negativas. También se nos instalan de forma inconsciente pero podemos cambiarlas y dejar de creer en algo que nos perjudica, si somos conscientes de ello y tenemos la ayuda necesaria.
Podemos ayudarnos en este proceso con diferentes herramientas. En mi caso, utilizo las herramientas de la P.N.L. (Programación Neurolingüística) son ágiles, efectivas y fáciles de poner en práctica.
Cuatro presuposiciones de PNL
Para empezar podemos utilizar cuatro presuposiciones de la PNL que conviene tener en cuenta en cualquier momento. Estas son:
– Todos tenemos los recursos o podemos adquirirlos. Nadie tiene que “hacer nada” por otra persona, eso es negarle su propio poder. Cada persona es quien debe decidir sobre su propia vida y además puede hacerlo sin que otra sea quien decide o actúa por ella. Cuidado con las ayudas “hasta la cocina” tanto para quien las hace como para quien las recibe.
– En cualquier situación cada cual toma siempre la mejor opción. Para cada uno, en ese momento, en ese lugar, en ese sitio, con sus conocimientos, con sus datos, con su pasado, con su entorno… nuestro cerebro siempre va a elegir la mejor opción. Me parece una presuposición increíblemente útil en el día a día, y cuando la olvido… normalmente me va mal.
– Todo comunica, incluso el silencio, incluso no responder. Ese mensaje que no se ha contestado es una respuesta en sí mismo. Una mirada, un no mirar, un toque en el codo, una sonrisa.
– Si quieres comprender algo: actúa. Solo con la acción se llega a la comprensión de las cosas. Ese es el propósito de un proceso de coaching, poner en acción algo estancado.
La siguiente sesión
La siguiente sesión la dedicaremos a determinar el objetivo. ¿Cuál será? En mi opinión el objetivo de Alberto es “ser capaz de decidir sobre una cuestión que le afecta a él y a otras personas de forma razonable teniendo en cuenta sus intereses y los de los demás”, pero esa es la mía. Recuerda, él tiene sus recursos y la capacidad necesaria para saber qué quiere elegir como el objetivo que le conviene. Cuidado con los empujoncitos con buena intención…
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Bibliografía: Coaching con PNL, Joseph O´Connor, Andrea Lages. – Coaching Herramientas para el cambio, Robert Dits.